29 mar 2010

Mi propia geisha


La he buscado por todas las tiendas de juguetes de la comarca. Y no una vez, no. Yo repito las visitas, por si acaso hay nuevas adquisiciones. Ya me conocen como "la de las Nancys", aunque yo sospecho que en realidad me conocen como "la plasta de las Nancys".

Me han explicado que ahora ya no son jugueteros como antes, sinó que forman parte de grandes cadenas. Eso significa que ellos no deciden qué muñecos se compran, lo deciden los jefes, "los de arriba".
Y los de arriba han decidido que en provincias no se van a vender bien las Nancys de colección, así que no las han traído.



Así que me ha tocado pedirla por internet.

A ver qué tal me va la experiencia... espero que haya existencias, y espero que la geisha que me manden esté perfecta.
Eso espero.


16 mar 2010

El conejito azul


Este es el peluche preferido de mi hija pequeña.

Lo conseguí comprando pañales de una marca muy conocida (hace la friolera de diecinueve años).

Toda la vida ha estado sobre su cama, primero en la cuna, después en su dormitorio de niña, más tarde sobre la colcha del campus universitario. Forma parte de su vida, y supongo que se lo llevará cuando se independice y se marche de casa.

Estos días le he conseguido un compañero muy parecido a él, pero en pequeñito.


    

14 mar 2010

Los zuequitos


Ayer me metí en un "todo a cien", y me hice con unos zuecos de color verde para mi Nancy.

Eran unos llaveros, y tuve la inmensa suerte de encontrar uno de cada pie (en otros colores estaban desparejados).

A partir de ahora van a servir para relajarse por casita...




Me han parecido muy monos, je je je, y se los ha apropiado mi negri, que es muy chula ella...



   

4 mar 2010

Olor a Onil


Cuando era pequeña me encantaba oler a mi Nancy.

Olía a algo especial, era un olor distinto a todos los que yo conocía.
Cuando la peinaba, cuando la vestía, cuando la preparaba para la fiesta (siempre había una fiesta a la que Nancy tenía que acudir), siempre siempre estaba aspirando aquel aroma a juegos y a niñez.
Olía rebién. (No como las de ahora, que me parece que huelen a plástico, debe ser otro material).

En la caja de Nancy ponía:
Muñecas Famosa
 de Onil, Alicante

Total, que como yo no sabía qué demonios era Onil, supuse que era el material (una muñeca de onil).
Ya lo he dicho al principio: era pequeña (qué pasa, ja ja ja).

Así que dí por sentado que la muñeca Nancy era de Alicante (ahí llegaba), y que estaba hecha de onil.

Hala, ahora vas y lo cascas, ja ja ja.


  

2 feb 2010

Me he comprado una Liu, de Paola Reina

Hasta hace cuatro días desconocía la existencia de las muñecas Paola Reina.

Y me estaba perdiendo algo, porque hay que ver lo rebonitas que son.
Las descubrí visitando blogs y me entraron muchas ganas de tener una.

La busqué por las tiendas y sólo la encontré en internet,  así que me la mandaron por correo desde la página DollsAndDolls.com, donde por cierto, tienen maravillas.



Paola Reina es una marca de Onil, Alicante (nos suena, ¿verdad?) y tienen muchos muñequitos diferentes, de vinilo, blanditos, niños o niñas, rubitos, pelirrojos, castaños, asiáticos, negritos... y también regionales o de comunión.
En su página web tienen todo un catálogo:
http://paolareina.com/


Todas las muñecas Paola Reina están hechas con mucho cariño, con detalles cuidados como la ropa y el calzado y decoradas a mano (pestañas, pintura de labios, cejas, pequitas...)




Me gustan todas, pero la que me conquistó y tuve que comprar es la oriental Liu.

Porque no se puede negar: es preciosa.

 

Con esta carita tan dulce (y huele a vainilla, encima... a ver si le voy a dar un bocao, ja ja ja). 




   

17 ene 2010

Las otras Nancys


Parece ser que en Famosa quisieron aprovechar el tirón del nombre de Nancy. Y en vez de crear nuevas muñecas con nuevos nombres (lo más lógico), se dedicaron a hacer experimentos con las creaciones que se iban inventando.
 
Y así salieron las "otras" Nancys que tanto cabrearon a las mujeres de mi generación.






Cuando mis hijas empezaron a pedirme Barbies, lo primerito que hice fue despotricar contra esa muñeca anoréxica, presumida y mega-rosa que tanto daño ha hecho al feminismo mundial. No me gustaba el supuesto glamour que se le supone a una Barbie, me daba la sensación de ser una niñata cursi y mema, así que intenté que a mis hijas les gustara otro tipo de amiguita.


Y me lancé a la búsqueda de una buena Nancy que me solucionara el pastel.


Y no la encontré.
En su lugar encontré una muñeca imitación de Barbie, pero más fea, en una caja de Famosa, con el nombre de mi muñeca preferida. ¿Será posible????






Esto se debe a que Barbie estaba ganando posiciones peligrosamente entre las niñas, así que no se les ocurrió otra cosa que copiarla vilmente y llamarla igual que a la dulce y preciosa Nancy de toda la vida.


Pero eso no es todo.
Más adelante salieron las Brazt, y Barbie parecía que ya no molaba tanto.
¿Y qué hicieron en Famosa? ¡Pues imitarlas también!
¡¡¡Y llamar al nuevo invento OTRA VEZ Nancy!!! (Esta vez, Nancy Tops)
Inaudito.




Y para acabar de fastidiar el tema, sacaron las New, también conocidas como Furby o Besugo.




Afortunadamente (y por casualidad) cuando mi hija mayor hizo la comunión descubrí a la Nancy comunianta, que por supuesto, se vino conmigo para casa, allá en los noventa.


La Nancy de verdad, tal como se anunciaba en los setenta, dio paso a unos bodrios que no tenían gracia ninguna.


Si es "la Nancy de verdad"
no entiendo por qué hicieron
las Nancys de mentira...

Tal vez es que me he vuelto nostálgica con la edad, pero mi Nancy (yo sólo tenía una, era LA Nancy) era realmente preciosa y me tenía  robado el corazón.


Las demás... bueeeeno, reconozco que la New me gusta más de lo que me esperaba, pero se llama New.


No se llama Nancy, al menos en mi casa.


   ¡Hala!


           


           

11 ene 2010

Bajo la chimenea






Esta foto ha sido un regalito cortesía de Tutu, del foro "Coleccionismo de muñecas", la encontró por la red.

La foto es del año de la pera, pero en cualquier época los niños han disfrutado jugando, como se aprecia en la imagen.

Qué estampa más tierna...